

Conquista la naturaleza salvaje del sur de Escandinavia. Este viaje por carretera de casi 2000 kilómetros te llevará desde la deliciosa Copenhague hasta la más típica ciudad portuaria de madera de Noruega: Bergen. Por el camino, echa la caña tranquilamente en un lago sueco o recupera el aliento entre los renos y los glaciares. En verano, los largos días te brindan toda la tranquilidad para detenerte en uno u otro lugar y disfrutar.

Copenhague, Dinamarca
Salida deliciosa
La capital danesa es un punto de partida ideal para un viaje en coche a través de Escandinavia. Quédate un rato en el histórico Nyhavn, donde las casitas del puerto tienen 300 años de antigüedad y los restaurantes son celestiales. Disfruta allí de un delicioso almuerzo a base de pescado y prueba por ti mismo por qué Copenhague es el centro de la gastronomía nórdica.
Antes de salir, pasa también por Torvehallerne KBH, el lugar por excelencia para abastecerte. En este mercado gastronómico se compra smørrebrød fresco del día (pan de centeno), sild ahumado (arenque) o bollitos de canela. Aprovisionado con estas delicias danesas, el viaje a los lagos suecos de pronto se hace más corto.




A través de 100.000 lagos
Los lagos suecos, Suecia
En Suecia siempre estás cerca de uno de los 100.000 lagos. Por el camino de Copenhague a Estocolmo, te tentarán con una parada rústica. Elige el Lago Vättern, situado en el pueblo medieval de Vadstena. La iglesia de la abadía de Santa Brígida y el castillo de Gustav Vasa se prestan estupendamente como decorado para un intermezzo rural.
El lago del pueblo rebosa de salmones y truchas. Pesca un pezo busca bayas silvestres en los bosques circundantes. Con pescado capturado por nosotros mismos asándose a orillas del lago, Estocolmo puede esperar.

Estocolmo, Suecia
14 rostros en el agua
Aunque los bosques desaparecen en cuanto entras en Estocolmo, se queda el agua. La capital abarca 14 islas, cada una con su propio ambiente. Contempla las plazas y las casas de los comerciantes de color canela del casco histórico de la ciudad, Gamla Stan. O pasa por el puente a SoFo, el barrio más creativo de Suecia debido a las boutiques y galerías.



En una isla justo a las afueras de la ciudad se encuentra Birka. En el puerto y alrededor de la fortaleza te parecerá estar en la época de los vikingos. Salta otra vez en el tiempo conduciendo hasta Sigtuna. Las casas de madera al borde del agua forman el pueblo más antiguo de Suecia.
Oslo, Noruega
Arte junto al agua
Oslo es, además de la capital de Noruega, el epicentro del arte y la arquitectura escandinavos. Junto al agua se encuentran los edificios de la ópera, en forma de glaciar, y el Museo Astrup Fearnley, donde cuelgan telas de maestros noruegos. Los artistas emergentes exponen un poco más allá, en las galerías cercanas a Frognerveien.
Los noruegos llevan ya 250 años disfrutando de fama de sopladores de vidrio. Nada es demasiado extravagante, desde las inevitables copas de vino de cristal hasta arañas de luces. Visita Hadeland en Oslo o el Museo Nøstetangen en Hokksund para ver sopladores de vidrio trabajando – o para soplar tu propia copa.




Kilómetros de rutas de senderismo y ciclismo te esperan en este parque nacional. Si no tienes tiempo para desafiar bosques y cascadas, visita el Natursenter al final de la ruta. La película de la naturaleza que puedes ver allí te llevará muy cerca.
Ruta de Hardangervidda, Noruega
Entre hielo y renos
Al oeste de Oslo comienza una ruta panorámica que te conduce por la meseta de Hardanger. Conduciendo a través de la zona ártica, pasarás por enormes glaciares como el Hardangerjøkulen. Allí habita una manada de unos 10.000 renos. Es casi imposible evitar ver más de cerca a estos animales.


Sognefjord, Noruega
Rey de los fiordos
Al final de la meseta espera el rey de los fiordos noruegos: el Sognefjord. Los acantilados, cascadas y profundas aguas azules hacen francamente espectacular la ensenada de más de 200 kilómetros. Desafía los caminos serpenteantes, toma un ferry aquí o allá, o estira las piernas en los senderos.
Explores como explores el fiordo, sigue también las indicaciones a Stegastein. Allí tendrás una espléndida vista de un brazo lateral del fiordo coronado como patrimonio de la humanidad. Sigue conduciendo y visita las iglesias de madera del siglo XII en Kaupanger y Urnes. Las curvas merecen la pena.





Bergen, Noruega
La ciudad portuaria de madera
El recorrido termina en Bergen. La ciudad más bella de Noruega cobra vida todos los días en el mercado de pescado del puerto. Las casas de madera multicolores de Bryggen relucen en el muelle. Se reflejan en el agua e irradian la riqueza de la ciudad desde el siglo XVII.
El Fløibanen, el teleférico, te lleva a la parte superior de la Fløyen, una de las 7 montañas que rodean Bergen. Disfruta por última vez de la gastronomía nórdica en el restaurante panorámico. Una puesta de sol en combinación con la belleza de la ciudad completan la imagen y el recorrido.

Camino Atlántico
Para los auténticos viajeros por carretera
¿Aún no tienes suficiente de la maravillosa Escandinavia? No lo dudes y continúa tu viaje por carretera hacia Trondheim, donde el fabuloso Camino Atlántico te estará esperando. La ruta atraviesa islotes y lagos y te invita constantemente a unas impresionantes vistas.