


Mike Raanhuis
Taipéi, situada al norte de Taiwán, no es el destino turístico más popular de Asia. Y me parece una pena: su gente encantadora, su ambiente espiritual y los contrastes entre antiguo y nuevo indican que Taipéi debería estar incluida en cualquier lista de deseos.

Solo Singer Inn
Base ideal
Naturalmente, en Taipéi tendrás cadenas hoteleras de lujo donde elegir como en cualquier otro lugar, pero mi hotel Solo Singer Inn, es la prueba de la antigua máxima de que «menos es más». Esta joya en el distrito de Beitou cuenta con un puñado de habitaciones y recibes atención personal de calidad increíble. No podía imaginar una base mejor para explorar la ciudad.


Allí, mochileros y empresarios se sienten igualmente en casa gracias al personal tan servicial, los precios agradables y las limpias habitaciones decoradas por artistas locales. La decoración retro hace que el hotel parezca una acogedora sala de estar. Nunca he sido tan reacio a marcharme.



Por la noche, todo Taipéi sale a las calles a comer, beber, ir de compras y socializar. Aunque el mercado de Shilin es el más conocido, yo opté por el menos turístico pero más sofisticado de Shida. Como la comida en los mercados de Taipéi es tan barata, casi todos los taiwaneses hacen una comida fuera todos los días.


Chiang Kai-Shek y Longshan
Zen y meditación

Como ciudad budista, Taipéi es un buen sitio para la contemplación. Un magnífico lugar es el monumento a Chiang Kai-Shek, un fascinante complejo conmemorativo del presidente anterior. El cambio de guardia es un espectáculo que no será fácil de olvidar.


Igualmente impresionante es el templo de Longshan, que data de 1738. Aunque puede que no sea un tesoro escondido como tal, sería una verdadera lástima saltárselo. Los recuerdos de mi visita aún me ponen la carne de gallina, tanto me impresionaron la gente, las oraciones y el incienso, sin olvidar la arquitectura: era un claro favorito para mí.




También hay otras magníficas vistas disponibles de forma gratuita: sube hasta Elephant Mountain al norte de la ciudad, tras solo media hora se llega a una atalaya con unas vistas majestuosas. Y si llegas allí a tiempo, tendrás asientos de primera fila para la puesta de sol.




DISTRITO DE WULAI Y VILLA 32
Oasis al alcance de la mano



Otro oasis que no debes perderte es Villa 32 en Beitou, cerca del hotel. Volverás a nacer en sus ocho baños termales públicos, ricos en sodio, hierro y calcio.
La mayoría de los turistas en busca de naturaleza van al famoso Parque Nacional Yangmingshan. Tras información privilegiada de mi chófer Peter, elegí en su lugar el Distrito de Wulai, a solo 45 minutos del centro de Taipéi. La entrada, incluido el seguro contra mordeduras de serpiente, cuesta un euro, y un corto paseo te lleva a los pies de una atronadora cascada.


Añade un buen almuerzo allí y estarás lleno de energía para el próximo tesoro escondido.
