

Las Islas de la Sociedad
Las Islas de la Sociedad, al sur del Océano Pacífico, se encuentran entre las más bellas de la Polinesia Francesa. Pueden admirarse paisajes como agudos picos volcánicos, laderas de montañas cubiertas por la selva, blanquísimas playas llenas de palmeras y lagunas de color turquesa: el no va más en cuanto a abundancia paradisíaca.

Tahití
Bienvenue à Tahiti
La mayoría de los visitantes de las Islas de la Sociedad llegan primero al aeropuerto internacional de Papeete, la capital de la Polinesia Francesa en la isla de Tahití. Desde allí salen ferries y aviones hacia montones de preciosas islas, cada una con su propia personalidad. Eso te invita a ir saltando de una maravillosa isla a otra.

Papeete es un crisol de culturas polinesias. Especialmente en julio, cuando tiene lugar el espectacular festival de Heiva, es aconsejable no darse demasiada prisa en seguir el viaje hacia las islas más pequeñas. No hay mejor introducción al placer polinesio de vivir que esta frenética fiesta llena de baile y música. Fuera de la ciudad, puedes optar entre montañas espectaculares llenas de cascadas y playas negras en lagunas azules. Además, este es también un excelente lugar para avistar ballenas, que visitan las cálidas aguas costeras entre julio y octubre.

El festival de Heiva es tan exuberante que en tiempos pasados fue prohibido por los misioneros franceses.

Bora Bora
La romántica Bora Bora
Mezcla todos los ingredientes para una luna de miel perfecta: sol tropical, maravillosas playas, preciosa naturaleza y lo mejor de lo mejor del mundo en cuanto a resorts de lujo, y tendrás como resultado Bora Bora. Agrega a esto el hecho de que la mitad del Océano Pacífico generalmente está lejísimos de los suegros, y no es de extrañar que muchas parejas recién casadas vayan directamente del altar a este paraíso terrenal.

Sin embargo, Bora Bora se presta a algo más que simplemente extasiarse y caminar de la mano por la playa. El día se puede llenar con multitud de actividades. ¿Buceo o submarinismo? ¿Una excursión por la selva o un paseo en barco por la laguna? ¿Surf de pala tal vez? Hay muchos tipos de romanticismo, puedes hacer que sea tan tranquilo o activo como quieras.


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Maupiti
Maupiti la auténtica
Todavía no se acaba más allá de Bora Bora. La belleza virgen de la cercana isla hermana de Maupiti es para muchos visitantes un nuevo punto álgido de belleza paradisíaca. Durante mucho tiempo se quedó atrás en cuanto a desarrollo, y parecía que el avance de la industria turística la había pasado por alto. Pero ya ha sido descubierta, aunque todavía queda un ambiente auténtico de lánguido encanto que parece haber sido patentado en la Polinesia.

Imagínate una fabulosa laguna en todas la tonalidades que van del azul profundo al turquesa y bancos de arena como alfileteros llenos de palmeras ondulantes. Solo hay una calle y la utilizan principalmente peatones y ciclistas. En lugar de apabullantes resorts de lujo, encontrarás acogedoras casas de huéspedes donde serás considerado parte de la familia.
Camina hasta la cima del Monte Teurafaatiu para contemplar una fabulosa vista de la laguna y de Bora Bora a lo lejos.

Raiatea
La sagrada Raiatea
Raiatea no tiene playas importantes, por lo que la isla tiene menos turismo que el resto del archipiélago. Sin embargo, Raiatea ofrece lo suficiente para justificar una visita, especialmente si deseas aprender más sobre la cultura y la historia locales. Allí se encuentra Marae Taputapuatea, un santuario de mil años de antigüedad que alguna vez fue el templo más importante de toda la Polinesia. Durante mucho tiempo fue desconocido para el mundo exterior: no se incluyó en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO hasta 2017.


Aunque la mayoría de los isleños se convirtieron al cristianismo hace mucho tiempo, las marae todavía son consideradas tapu (sagradas) y se las aborda con gran temor. Esto contribuye al ambiente único de la isla, que destaca por las escarpadas montañas que se elevan por encima de todo.
Las denominadas marae se encuentran por toda la Polinesia: para los maoríes de Nueva Zelanda, estas siguen formando una parte importante de la vida cotidiana.
