Los cafés están de moda en Montreal y multitud de fantásticos locales han abierto sus puertas. Apartado en el extremo norte de The Mile End se encuentra el Café Falco: una joya de café en la que solo se sirve café lento. No hay espressos, ni cappuccinos: sólo café de sifón. Hacer un buen café de sifón lleva horas y requiere de habilidad pero Jerome, el propietario, sabe lo que se hace. Poco después de abrir el Café Falco en 2004, se convirtió en el favorito de Mile End. Por supuesto, el ambiente de loft le va al negocio como anillo al dedo. Su amplio espacio abierto cuenta con techos acristalados y, ocasionalmente, está decorado con bicicletas colgadas. Siéntate en una de las grandes mesas de madera e invierte un par de horas relajadas en degustar una taza perfecta de café. El menú japonés para el almuerzo añade otro punto de interés a este establecimiento ya de por sí fascinante.