El norte de Chile
Géiseres humeantes, vastos desiertos e intrigantes pueblos fantasma: en un viaje por carretera por el norte de Chile irás de sorpresa en sorpresa.
Géiseres humeantes, vastos desiertos e intrigantes pueblos fantasma: en un viaje por carretera por el norte de Chile irás de sorpresa en sorpresa.
Con una longitud de más de 4200 km y solo 180 km de ancho en algunos lugares, Chile es el país más estrecho del mundo. Al ser tan alargado, no puedes hacer un viaje circular y deberás elegir entre el norte o el sur. Te presentamos una serie de lugares destacados en el norte de Chile: desde la dinámica capital Santiago hasta el relajante balneario de Iquique.
Como no podía ser de otra manera, el viaje comienza en Santiago de Chile, la trepidante capital, a los pies de la Cordillera de los Andes. No dudes en dedicarle unos días porque esta metrópolis es tan versátil como el propio país. El corazón de la ciudad es la Plaza de Armas, la plaza de mayor tamaño de Santiago, donde también se encuentra la gran Catedral Metropolitana.
Bellavista es el mejor barrio de la ciudad para encontrar restaurantes a la última, bares de moda y arte callejero. Desde allí también puedes ir en el funicular hasta la cima del Cerro de San Cristóbal, donde disfrutarás de una vista increíble de la ciudad a 300 metros de altura.
¡Nadie se salta Valparaíso! Esta colorida ciudad portuaria junto al océano Pacífico se encuentra en una bahía y está construida nada menos que sobre 42 colinas. Las casas pintadas de todos los colores del arco iris crean una gran explosión de color. Todas las colinas están conectadas entre sí por sinuosos callejones, maravillosas escaleras y ascensores que te llevan a las cimas.
Seco, más seco, sequísimo: el Atacama es el desierto más seco de la tierra y en muchas partes se asemeja a un paisaje de Marte. Uno de los mejores lugares para vivirlo es el Valle de la Luna: una serie de extrañas formaciones de piedra y arena formadas por la erosión causada por el viento. Las gigantescas salinas de la reserva de Los Flamencos también parecen casi surrealistas. Pero el Atacama no es solo extremadamente seco: en el Altiplano (meseta) encontrarás las mágicas lagunas azules de Miscanti y Miñiques.
Ochenta géiseres expulsan su vapor al aire: el campo de géiseres de El Tatio en el desierto de Atacama es una experiencia inolvidable. Ubicados a más de 4.000 metros de altitud, estos son también los géiseres más altos del mundo. Merece la pena madrugar, porque al amanecer surgen de los géiseres nubes de vapor que ofrecen una bella estampa.
Si te encantan los pueblos fantasma, la Oficina Humberstone no debe faltar en tu itinerario. Este pueblo minero tenía las minas de nitrato más grandes de Chile a finales del siglo XIX y principios del XX. Aquí vivían unas 3.500 personas en sus mejores tiempos.
En los años 30, la industria minera colapsó y Humberstone se fue convirtiendo lentamente en un pueblo fantasma. Las casas de los antiguos mineros aún están casi intactas, hay una piscina vacía, un antiguo hotel y una escuela totalmente equipada con bancos escolares. Actualmente, Humberstone también forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
A solo una hora de distancia llegas a Iquique, una ciudad rodeada de vastos desiertos y dunas de arena, así como de largas playas de arenas blancas. Conocida por su ambiente relajado, Iquique es un paraíso para los surfistas.
Las imponentes dunas de arena que hay detrás de la ciudad son ideales para practicar sandboard y safari en buggy. Desde Iquique puedes seguir tu viaje fácilmente hacia Perú o Bolivia. O puedes tomar un avión de vuelta a Santiago.