La mayoría de los franceses no son reacios a la carne jugosa. Y aunque aparece también mucha caza en los platos de otoño, el mayor clásico otoñal es el boeuf bourguignon. Este estofado lleno de carne de ternera era antiguamente un plato típico de los campesinos, pero actualmente es un plato para todo el mundo, e incluso ha conseguido llegar a la alta cocina. Aunque hay muchas variaciones (regionales), los ingredientes fijos son: setas, tocino en dados, zanahorias, cebollitas francesas y un fuerte vino local de Borgoña. El mercado de Dijon, la ciudad más grande de la región, es un excelente punto de partida para un viaje en búsqueda del mejor boeuf bourguignon. Muchos chefs compran allí sus ingredientes. Y alrededor del mercado, de madrugada, ya están crepitando las sartenes desprendiendo deliciosos aromas.