El último secreto de la Ciudad Prohibida
Durante las dinastías Ming y Qing, la Ciudad Prohibida fue la sede del poder de China. Profundice en el simbolismo, la arquitectura y el último sitio “prohibido” de este grande tesoro cultural en Pekín.
Durante las dinastías Ming y Qing, la Ciudad Prohibida fue la sede del poder de China. Profundice en el simbolismo, la arquitectura y el último sitio “prohibido” de este grande tesoro cultural en Pekín.
En el s. XV, los chinos consideraban que su país era el centro del mundo. En el epicentro del poder se erigió el palacio del emperador: la Ciudad Prohibida. Los muros ocultaban un mundo de riqueza extrema, prohibido durante 600 años para los simples mortales. Actualmente recibe más de 20.000 visitantes al día, pero sigue habiendo un lugar al que nunca nadie ha entrado y que pronto estará abierto al público.
Durante muchísimo tiempo la construcción de esta gigantesca ciudad fue un misterio. El complejo consta de pesadas losas de mármol rematadas con intrincadas esculturas. La más larga mide 16,8 metros de longitud y 3 metros de anchura. Hace poco, los científicos concluyeron que estas piezas tan pesadas fueron transportadas probablemente sobre caminos congelados. Los obreros vertían una fina capa de agua sobre los caminos en los largos y fríos inviernos y, así, podían transportar estas enormes losas de mármol con el apoyo de solo 50 personas.
El color desempeñaba un papel importante en la Ciudad Prohibida. El amarillo, símbolo del máximo poder, estaba exclusivamente reservado para el emperador. Casi todo lo que tocaba y vestía era amarillo: sus ropas y sábanas, baldosas y platos. Incluso las tejas de la Ciudad Prohibida están cubiertas de esmalte amarillo para anunciar de manera clara su divinidad.
El rojo simboliza la fertilidad y la buena suerte, por lo que todos los edificios y muros defensivos son rojos. Sin embargo, también simboliza el fuego y, por eso, el tejado de la biblioteca es el único de la ciudad que es negro en lugar de amarillo. El negro simboliza el agua y apagaría las llamas en caso de incendio.
Una de las claves para determinar la ubicación de la Ciudad Prohibida fue el Feng Shui, una filosofía tradicional china empleada para encontrar lugares en armonía con la naturaleza. Otro elemento importante del Feng Shui es la simetría. Por ello, el diseño de la Ciudad Prohibida es tan simétrico. A lo largo del eje norte-sur, en el centro, se encuentra la mayoría de los edificios importantes. Los demás están situados simétricamente en ambos lados del centro.
La Ciudad Prohibida está llena de referencias al número mágico 9, de gran importancia en la numerología china. El número 9 representa la virilidad suprema y, por lo tanto, al emperador. Para llegar hasta el emperador había que cruzar 9 puertas. La Ciudad Prohibida también tiene 9.999 habitaciones, solo una menos de las legendarias 10.000 habitaciones del palacio de los cielos. En el tejado del Palacio Imperial podrá contemplar 9 criaturas mitológicas que se supone que protegían al emperador. Los clavos sobre las puertas están colocados en 9 filas, con 9 clavos cada una.
Aunque la Ciudad Prohibida está abierta al público, existe un lugar que sigue siendo un misterio. Al huir de la Ciudad Prohibida el último emperador en 1924, se sellaron las puertas de uno de sus mayores tesoros, el jardín Qianlong. En unos años, este jardín secreto se abrirá al público. El jardín fue mandado construir por el cuarto emperador de la dinastía Qing, como parte de su residencia privada. Decretó que, tras su muerte, el jardín debería permanecer intacto durante toda la eternidad. Los muebles de bambú, las pinturas sobre seda, los adornos de jade y la cristalería del siglo XVIII: todo se ha conservado en perfectas condiciones. La restauración comenzó en 2008 y se prevé que el jardín se vuelva a abrir para 2020.