Mauricio es una pequeña joya del Océano Índico situada a, aproximadamente, 2.000 kilómetros al este de Mozambique. Con millas y millas de playas de arenas blancas, impresionantes puntos de buceo y maravillosos hoteles bajo las palmeras, la isla es un verdadero paraíso.
Mauricio es una isla remota, pero muchos visitantes encuentran elementos que les hacen sentir como en casa. A lo largo de los años, la isla ha sido influenciada por los colonos holandeses, franceses e ingleses. También han llegado hasta nuestros días influencias africanas e indias. Aunque se trata de una isla pequeña, tenemos 7 fantásticos consejos de viaje para que, como mínimo, puedas explorarla durante una semana.
Ruta: aproximadamente 220 kilómetros con parques nacionales, playas, puntos de buceo, formaciones rocosas, desfiladeros, cascadas y lagos en cráteres.
Alójate en el Preskil Beach Resort, situado sobre una laguna de aguas cristalinas cerca de Pointe Jérome. Los huéspedes pueden reservar un catamarán privado que les lleva hasta Île aux Aigrettes o a la playa paradisíaca de Île aux Cerfs, 20 kilómetros más al norte.
En el atolón de Île aux Aigrettes podemos hacernos una idea de cómo era Mauricio antes de que llegaran los humanos. Dado que la isla de coral fue declarada reserva natural en 1985, los únicos que pueden pernoctar aquí son 20 tortugas gigantes de las Seychelles y algunos pájaros endémicos, como la paloma rosada y el fodi de Mauricio. Durante el día, la isla es un destino popular para los tours ecológicos en barco que parten desde Pointe Jérome.
Île aux Cerfs, cubierta de palmeras, tiene todo lo que esperamos encontrar en una isla exótica. Una vez poblada por ciervos, hoy los turistas son su fauna más abundante. Para escapar de la masificación, aléjate caminando a lo largo de los 4 kilómetros de playa. La mejor forma de llegar a la isla es desde Trou d’Eau Douce, un pueblo de pescadores situado en la costa oriental de Mauricio.
Por la noche, visita el Republik Beach Club & Grill del Shangri-La’s Le Touessrok Resort situado cerca de Trou d’Eau Douce para disfrutar de una magnífica cena y de su posterior fiesta.
El Jardin de Pamplemousses, con una antigüedad de 282 años y situado en el interior de Mauricio, es uno de los jardines botánicos más famosos del mundo. Un gran número de especímenes han sido plantados por dignatarios que lo han visitado, entre los que se incluyen Nelson Mandela y miembros de la Familia Real Británica.
La variedad de palmeras es realmente impresionante, pero lo realmente impactante es un estanque lleno de nenúfares del Amazonas. Las hojas de estos nenúfares pueden alcanzar un diámetro de 3 metros.
Encontrarás los mejores puntos de buceo justo detrás de la laguna verde esmeralda situada en la costa de Flic en Flac. Un lugar popular es Rempart Serpent, o el arrecife de la serpiente. El nombre no hace referencia a las serpientes marinas, sino a la forma de una abertura del arrecife.
Habitualmente, los buceadores encontrarán peces payaso — como el de Buscando a Nemo — o, más raramente, peces escorpión o peces piedra. Otra atracción es la Catedral, una impresionante cueva submarina en cuyo interior los escasos rayos de sol que penetran bajo el agua crean un ambiente mágico.
Flic en Flac es accesible para viajeros con cualquier presupuesto, pero Wolmar Beach, al sur del centro, es un lugar para derrochar en unas vacaciones de lujo. En especial, en el Maradiva Villas Resort & Spa, donde cada villa dispone de piscina privada.
La escarpada punta suroeste de Mauricio cuenta con una impresionante pared rocosa de 556 metros que se alza frente al océano para después volver a desaparecer bajo el agua. Hace tiempo, las cuevas que se ocultan en los escarpados acantilados llenos de vegetación, sirvieron como escondite para los esclavos huidos.
El nombre de la montaña, Le Morne (el triste), aun nos recuerda su sufrimiento. En 2008, la UNESCO nombró a este lugar Patrimonio Mundial; escalar hasta su cumbre te recompensará con una de las mejores vistas de la isla.
Aproximadamente a 4 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chamarel encontrarás un hallazgo geológico único: Terres des 7 Couleurs. Este área de 7.500 metros cuadrados se formó hace millones de años al solidificarse una masa de lava líquida. Desde entonces, la superficie se ha erosionado siguiendo un distintivo patrón acanalado que ha puesto al descubierto una gran variedad de colores, muchos más que los 7 que sugiere su nombre.
Un kilómetro más al sur, el Riviere du Cap desaparece en un barranco de 95 metros de profundidad. El descenso de la Cascada de Chamarel es un reto popular para los aficionados al rápel, quienes celebran su caída rebosante de adrenalina con un refrescante baño.
Aquellos que no dispongan de tiempo o de energía para recorrer los 60 kilómetros por los que se extiende su red de caminos, pueden optar por realizar un corto trayecto por carretera a través del parque. No olvides parar un momento para disfrutar de las maravillosas vistas que encontrarás en el camino.
Aunque el Parque Nacional de las Gargantas del Río Negro sólo ocupa el 2 por ciento de la superficie de la isla, en su interior alberga la mayoría de la flora y la fauna autóctonas. Esto incluye numerosas especies de halcones, palomas, periquitos y murciélagos endémicos de Mauricio (y, algunas veces, de las islas vecinas de Reunión y Rodrigues). También podemos encontrar otros animales no autóctonos, como ciervos, jabalís y macacos. El parque también cuenta con cascadas y lagos de cráter.
Cerca de la salida oriental del parque se encuentra el Grand Bassin (Ganga Talao), un santuario hindú situado junto a un lago de cráter. En este lugar se celebra todos los años en febrero o marzo el multitudinario Maha Shivaratri Festival.
